¿Qué es la cloramina y cómo podemos eliminarla?
Si hablamos de la cloramina es posible que no sepas de qué se trata, pero lo conocemos de sobra. La cloramina, no es nada más y nada menos que lo que nos provoca irritación o enrojecimiento en los ojos y piel cuándo salimos de la piscina.
También, es el responsable de que nuestra piscina desprenda una olor fuerte y desagradable. Ahora bien, ¿Qué es este compuesto?
¿Qué es la cloramina?
La cloramina es un compuesto derivado del cloro que se crea tras hacer contacto con las sustancias orgánicas que hay en el agua como puede ser la saliva, orina, sudor, maquillaje, etc.
Los efectos que esta sustancia crea en nuestra salud son muy variados que pueden llegar a desencadenar en las personas patologías importantes si no empleamos las medidas necesarias y adecuadas para proteger nuestra piscina de ella.
Como se ha comentado anteriormente, la combinación de esta sustancia con el cloro libre esparcido en la piscina nos crea irritación en ojos, piel seca o picores o, sino se toma precauciones, puede llegar a provocarnos afecciones respiratorias e incluso asma. Lo más perjudicados con la cloramina, son los niños pequeños de hasta niños de 7 años debido a que, son los que tragan más agua de la piscina y, se encuentran dentro de ella.
¿Cómo podemos eliminar estas sustancias de la piscina?
La forma más eficaz para este compuesto químico que nos ocasiona tantos problemas, es realizar un tratamiento de choque controlando minuciosamente el proceso que llevamos a cabo. La mejor solución es añadir más cloro libre a la piscina.
Primero, empezamos añadiendo una dosis de 20 gramos de cloro de acción rápida por cada metro cúbico que cuente de agua nuestra piscina. Para conseguir un buen estado del agua hay que mantener el agua a base de cloro en tabletas. Estas deben ocupar entre 0´6 y 1´5 miligramos por litro de agua.
Además, aparte de prestar atención al cloro, debemos de fijarnos con detenimiento en el nivel de pH con el que cuenta la piscina, que debe de aparecer entre 7´2 y 7´8. Si los niveles de agua son más altos a estos niveles, el agua toma tendencia formadora de sarro y si por el contrario, el agua se encuentra menor a esos niveles, se vuelve ácida de tal forma que puede llegar a ser corrosiva. Si queremos saber y llevar una medición exhaustiva del pH de la piscina, lo más aconsejable es contar con un kit medidor de pH.
Otros aspectos que podemos emplear para que nuestra piscina no cuente con cloraminas es ducharnos tanto antes como después de que vayamos a meteros en la piscina, con el fin de eliminar los sudores y otras sustancias semejantes que segregamos.
En resumen, debemos de mantener constantemente un equilibrio de agua y filtración de la piscina, además de un saneamiento periódico de la misma para poder evitar que se formen estas sustancias tan perjudiciales en nuestra piscina.
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